Mayo 2020
“Algunos casos se van a resolver negociando, otros van a ir a arbitraje y otros terminarán en la Justicia”

Conversamos con Mariana Lozza y Guillermo Cabanellas (H), socio en Argentina de DLA Piper, una de las organizaciones de estudios con mayor presencia en el mundo. Los expertos hablan acerca de su estudio, el aumento de la litigiosidad y las perspectivas del arbitraje en tiempos de Coronavirus.

Centro Empresarial: ¿Cómo es la actividad del estudio en relación al arbitraje?

G.C.: Hemos trabajado en varios arbitrajes de gran magnitud, algunos de los mayores que ha habido en Argentina. También en varios arbitrajes internacionales comercial y en otros ámbitos. Realizamos todo tipo de trabajo empresarial, mercado de capitales, societario, concursal, arbitraje, mediación, impuestos y todo lo que es interés empresario. Tenemos una orientación fuertemente internacional con abogados que están autorizados a trabajar en Estados Unidos y otros países.

En lo particular, formo parte del Tribunal Arbitral del Deporte, que tiene una competencia muy importante que es el órgano de recurso de muchas de las decisiones que toman las entidades deportivas.

M.L.: Mi incorporación al estudio en mayo del año pasado, persiguió el objetivo de profundizar en la práctica de arbitraje de inversión, a lo que me dedico desde hace ya algunos años. Desde el departamento de arbitraje, trabajamos tanto en arbitrajes que se originan y son llevados desde la oficina de Buenos Aires y que trabajamos conjuntamente con oficinas en otros países, como en casos donde ocurre lo inverso. También hay una práctica de mediación, pero ligada más a los pasos previos de los litigios.

Centro Empresarial: Cómo ven el panorama del Arbitraje Internacional en Argentina.¿Han visto cambios a partir de la sanción de la ley?

M.L.: Hay dos aspectos que podríamos mencionar, tanto de esta ley como la de contratación Público-Privada. Pienso que la idea que el Estado esté pensando en incorporar al arbitraje como medio de instrucción es un hito en sí mismo y esto puede eventualmente llevar a que la Argentina pueda ser considerada un centro de arbitraje. No obstante, esta es una línea que no necesariamente está siendo acompañada por la Justicia. Prueba de ello, son algunos fallos recientes en relación al arbitraje. Pienso que todavía hay un trabajo que hay que hacer con el poder judicial para que el tipo de decisiones que adopten sean favorables al arbitraje.

Lo que se impulse a nivel político o privado, entiendo va a seguir supeditado a lo que pase en las cortes. Aun cuando uno puede observar una mayor proliferación de las cláusulas arbitrales, realmente sigue siendo difícil encontrar que la sede sea la Argentina y ahí es donde se hacen visibles estos resquemores del poder judicial.

Centro Empresarial: Actualmente se impone un contexto muy particular signado por la aparición del COVID-19. ¿Creen que la pandemia será el disparador de una serie de incumplimientos contractuales producto de la crisis mundial?

G.C.: Pienso que a la crisis mundial producto del COVID, en Argentina se nos suma una recesión de dos años y la renegociación conflictiva de la deuda, lo que matemáticamente nos va a llevar a mayor cantidad de incumplimientos y casos que no se puedan resolver mediante la vía del cumplimiento de contrato. La experiencia me diría que parte de estos casos se van a resolver negociando, otros van a ir a arbitraje y otros terminarán en la Justicia por vía concursal o de juicio. Creo que va a haber un aumento de la litigiosidad en general y de los arbitrajes.

Centro Empresarial: En lo particular, ¿cómo está trabajando el Estudio en este contexto? ¿Pudieron continuar los arbitrajes vigentes?

M.L.: Desde que se declaró la cuarentena, todo el estudio comenzó a trabajar sin ninguna dificultad de manera remota sin problema contando con todos los elementos necesarios para hacerlo. En lo que respecta a los arbitrajes, si bien es cierto que en los distintos procesos no estamos próximos a ninguna audiencia, los que tenemos siguen tramitando. Creo que todo esto muestra que en el último tiempo viene ya desarrollándose una tendencia a volcarse a lo electrónico. Incluso algunas instituciones, como la CCI o la Corte Permanente de Arbitraje que han flexibilizado sus normas y reemplazado los envíos en papel por documentos electrónicos.

G.C.: Agrego que, en el Tribunal Arbitral del Deporte, ya estaba todo armado para trabajar a distancia. No me sorprendería que incluyan ahora algún mecanismo para llevar a cabo las audiencias de forma remota.

Creo que esto es algo que es factible se generalice y que una vez pasada la cuarentena, exista un desplazamiento hacia los medios no presenciales.