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  ENTREVISTA

 


Octubre 2022
“El arbitraje hoy está en auge”

Conversamos con Juan Pablo Correa Delcasso, árbitro y mediador español, recientemente incorporado al Centro Empresarial. El experto habla de su triple rol como secretario, árbitro y counsel en arbitrajes domésticos e internacionales.

Centro Empresarial: Poseés más de 15 años de experiencia en arbitrajes domésticos e internacionales. ¿Cuáles han sido tus primeros pasos en el mundo arbitral?

J.P.C.D.: Recientemente he regresado de Colombia, del Congreso Iberoamericano de Derecho Procesal. Te cuento esto porque, de cuna, soy profesor universitario de Derecho Procesal. Me formé con un profesor muy reconocido, el Dr. Manuel Serra Domínguez, gracias a quien se me abrieron muchas puertas. Mi tesis sobre el proceso monitorio influenció varios códigos procesales latinoamericanos, especialmente el colombiano.

Una vez hice la tesis, comencé mi carrera docente, dando clases en la Universidad de Barcelona y como profesor invitado en varias Universidades francesas. Mi vida siempre se ha movido entre el mundo procesal y la docencia, en este mismo ámbito.

Entonces, ¿por qué el arbitraje? Cuando trabajas en una gran firma, como Garrigues Abogados, te entran arbitrajes. Y ya luego de varias experiencias como counsel, me propusieron ser árbitro.

Entonces, desde hace 15 años soy árbitro; en este momento, de cinco Cortes nacionales e Internacionales: la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid, del Tribunal Arbitral de Barcelona, de la London Court of International Arbitration, la CCI y de la Cámara de Comercio de Bogotá. He llevado arbitrajes, tanto nacionales como internacionales, sobre todo en mi área de expertise: la contractual.

Mi relación con el mundo del arbitraje, es la razón por la cual estoy en Andorra ahora mismo, es porque el Principado de Andorra está impulsando la práctica del arbitraje, y en el Tribunal de Arbitraje de dicho país (el “Tribunal d´Arbitratge del Principat d´Andorra” o “TAPA”) me han elegido como Secretario. Así hoy puedo decir que voy a ver el arbitraje desde los tres puntos de vista posibles: como counsel, como árbitro y como secretario.

Centro Empresarial: Si bien tu nombramiento como secretario aún es incipiente, habiendo transitado por estos tres espacios del mundo arbitral, ¿cuáles dirías son los desafíos de cada rol?

J.P.C.D.: Como counsel, creo que el desafío es convencer al árbitro. Y creo que al árbitro se le convence con calidad técnica, siendo participativo con el proceso. El rol del counsel es que entienda que la actividad probatoria es una actividad dirigida al árbitro y que la fase más importante es la prueba. Asimismo, destacaría la colaboración con el Tribunal Arbitral como un valor añadido muy importante.

Como árbitro, las cualidades más importantes son la imparcialidad y la independencia. Tener una escucha muy activa y dejar un amplio margen a los abogados para que se expresen y trabajen con libertad. Los árbitros tenemos que prestar un servicio de máxima calidad. Yo no dudo en proponer pruebas de oficio si lo considero necesario.

Como secretario, destacaría la agilidad en la respuesta y dar apoyo al árbitro. Resulta clave la existencia de una secretaría o de un cuerpo de letrados que ayuden al árbitro: muchos laudos salen más completos y “bien hechos” porque hay un cuerpo de letrados que brinda este apoyo al árbitro.

Centro Empresarial: ¿Cómo visualizás hoy el arbitraje latinoamericano?

J.P.C.D.: Mis experiencias han sido fundamentalmente con Perú, Chile y Colombia. En estos tres países me ha asombrado el gran nivel de arbitraje. Me refiero al nivel de los profesionales y al funcionamiento de sus instituciones.

Centro Empresarial: ¿Qué te atrajo de la plaza argentina?

J.P.C.D.: Hasta el momento no he tenido una experiencia directa con vuestro país, si bien tengo referencias de que hay excelentísimos profesionales. Llegué a ustedes a través de mi colega Beatriz Pimentel, y me vi atraído por las publicaciones y la actividad del Centro Empresarial.

Centro Empresarial: Hablamos de tus tres roles en el mundo arbitral, ¿qué zapatos te imaginás llevando en los próximos años?

J.P.C.D.: Yo soy litigador. Ya llevó 25 años dedicados a llevar litigios civiles y mercantiles. Siempre digo que un árbitro debe ser litigador porque las resoluciones, a veces inesperadas, que te dan los jueces, te obligan a sacar el ingenio y son también, en ocasiones, una cura de humildad y de ingenio. Porque cuando estás en Sala no sabes lo que tienes que hacer pero sabes que te tienes que hacer lo imposible para ganar el caso. Y esa necesidad es la que a mi personalmente me ha enriquecido mucho, y que creo me da un plus frente a otros árbitros que no han ejercido nunca como abogados.

Entonces, a partir de aquí, ¿en cuál rol enfocarme?

Creo que el de secretario es quizá el más aburrido…(risas). Pero tiene su lado bueno porque puedes ver el trasfondo del proceso y ver cosas que de otra manera no verías. Entre counsel y árbitro…son dos roles muy distintos e interesantes al mismo tiempo.

Centro Empresarial: Llevas 15 años de experiencia en el mundo arbitral, ¿cómo evaluás la evolución del arbitraje en estas últimas décadas?

J.P.C.D.: Creo que la perspectiva del arbitraje es muy buena. En el mundo internacional, cuando por ejemplo, tienes un contrato entre un argentino y un brasileño y lo sometes a cualquier otro derecho, ahí el arbitraje se vuelve indispensable. Decirle a un juez nacional que debe resolver un conflicto conforme a un derecho que no es el suyo, es una aberración. Y si, además, estamos ante una materia que requiere una especialización muy importante, los jueces se pierden. Creo entonces que el papel que tiene para jugar el arbitraje es inmenso, sobre todo en el ámbito internacional.

En clase siempre explico: cuando estás enfermo de algo, no recurres al médico clínico, sino que vas a un médico especialista, por ejemplo, a un traumatólogo, a un oftalmólogo, etc. Pretender que un juez esté apto para resolver todo tipo de conflicto es un absurdo. Por eso es que el arbitraje tiene todavía mucho recorrido. Entonces, el saber especializado y la rapidez no tienen rival. Prueba de esto es que el arbitraje hoy está en auge.

Centro Empresarial: ¿Cómo juzgas la inclusión de las nuevas tecnologías en los procesos arbitrales que se han impuesto sobre todo a partir de la pandemia?

J.P.C.D.: Las nuevas tecnologías han hecho que se opere el milagro. Creo que nos hacen avanzar en tiempo, dinero, impacto ambiental. Carece de sentido que por trabajos que podemos hacer virtual o telefónicamente, causemos tanto daño al planeta emitiendo CO2. Esto con la excepción de los procesos más complejos: cuando hay peritos, o bastantes partes, la presencialidad tiene un valor especial. Porque puedes apreciar detalles que en circunstancias habituales no verías.