Diciembre 2019
El arbitraje en tiempos de crisis

En charla con el Centro Empresarial, La Dra. Laura Lafuente analiza la situación del arbitraje en el contexto económico actual.

Centro Empresarial: Hoy tu práctica se centra en el arbitraje internacional, pero ¿cómo llegaste a él y a los métodos alternativos de resolución de conflictos?

L.L.: En 2012, como último paso en mi carrera académica, formé parte del equipo de la Universidad de Buenos Aires que competió en la 20ava edición de la Willem C. Vis International Commercial Arbitration Moot, representando a la Facultad de Derecho y al País. Obtuvimos, hasta dicho entonces, el mejor resultado para una universidad argentina en dicha competencia. Fue una experiencia sumamente enriquecedora que despertó mi interés por el apasionante mundo del arbitraje.

Centro Empresarial: En tu artículo “Tiempos de crisis, arbitraje” señalás que ante la crisis institucional de 2001, el arbitraje fue el mejor camino que encontraron las empresas para resolver sus conflictos. ¿Creés que puede suceder una crisis similar en la actualidad?

L.L.: Lamentablemente, la crisis económica y financiera que atraviesa hoy nuestro país es profunda y continuará agudizándose. Si bien el panorama es incierto, en el probable caso de que las obligaciones contractuales no puedan ser cumplidas, el arbitraje resulta una vía idónea para que las empresas puedan resolver sus conflictos y mitigar los efectos adversos de la crisis con celeridad, flexibilidad y pautas claras.

Centro Empresarial: También en dicho artículo mencionás que a partir del 2002, el número de arbitrajes planteados contra la República Argentina comenzó a incrementarse. ¿Creés que puede ocurrir una situación similar?

L.L.: En caso de un nuevo default o incumplimientos por parte de la Argentina hacia sus acreedores, sin lugar a dudas los inversionistas volverán a recurrir al arbitraje para cobrar sus créditos, como lo hicieron luego de la crisis del 2001. Recordemos que Argentina firmó y ratificó más tratados bilaterales de inversiones que cualquier otra nación de Latinoamérica y los numerosos arbitrajes planteados contra la Argentina ante el CIADI representan concluyentes antecedentes.

Centro Empresarial: ¿Qué cambió hoy en Argentina a partir de la sanción de la Ley Internacional de Arbitraje?

L.L.: En primer lugar, finalmente contamos con una legislación específica que brinda un marco normativo sobre la materia, lo cual representa un inmenso avance. Una de las más importantes implicancias es que Argentina puede ahora ser sede arbitral. Además, la ley clarificó muchas cuestiones que habían quedado sin un tratamiento adecuado en el nuevo Código Civil y Comercial. La ley aplica sólo para el arbitraje comercial internacional, estableciéndose así una clara diferencia entre las normas que regulan a los arbitrajes domésticos y las que regulan a los arbitrajes internacionales; pasamos de un régimen monista a uno dualista. Si bien esto conlleva que los arbitrajes domésticos sigan presentando conflictos por estar sujetos a diferentes y múltiples tratamientos procesales por parte de las distintas jurisdicciones, la ley salvaguarda a los arbitrajes internacionales de esta problemática, ya que tanto la interpretación e integración de las normas deberán realizarse de acuerdo a los parámetros internacionales en la materia. Esto implica de por sí un importante progreso.

La ley recoge sustancialmente las disposiciones de la Ley Modelo, lo cual es un gran acierto ya que la Ley Modelo es aceptada de manera prácticamente universal por las naciones del mundo como mecanismo idóneo de regulación del arbitraje comercial, independientemente del sistema jurídico que adopten.

Finalmente, el Poder Judicial cuenta ahora con un marco claro para aplicar en materia de arbitraje internacional, lo que con el tiempo debiera llevar a la consolidación de una jurisprudencia favorable al arbitraje.

Centro Empresarial: Para finalizar, si tuvieras que nombrar un país de Latinoamérica referente en material arbitral, ¿cuál sería y por qué?

L.L.: Creo que Brasil es un ejemplo del avance progresivo del arbitraje en la región; ha logrado desarrollar y consolidar una auténtica cultura arbitral.

Lo alentador es que el arbitraje continúa creciendo y afianzándose a lo largo de toda Latinoamérica; cada día es más y mejor utilizado. La mayor parte de los países latinoamericanos han modernizado sus legislaciones de arbitraje y de a poco la tradición de ser altamente protectores de la propia jurisdicción en la solución de controversias con elementos extranjeros está cambiando para dar paso al arbitraje, que cada día cuenta con más apoyo judicial.